jueves, 3 de marzo de 2011

Vallecas is different

Ha sido un día muy futbolero hoy. Que si las declaraciones de Mou, la pelea con Moñino, el de Málaga que le llama payaso, Raúl metiendo al Schalke en la final de Copa, Messi que vuelve a darle tres puntos al Barça... pero me quedo con una cosa: Vallekas.

Toca època de crisis en el Teresa Rivero. Tras las polémicas declaraciones de la presidenta, los jugadores sin cobrar, los trabajadores teniendo que dejar el club porque no tienen dinero... y a pesar de ello, el Rayismo entero se unió para seguir soñando con el ascenso. Yo fui a ver al Alcorcón. Y sólo quería ver ganar al Alcorcón. Pero en sólo dos horas parte de mi se hizo un poco vallekana (con k, como los vallekanos de verdad jaja).

No hablaré del partido porque creo que habrá mil crónicas para leer. Hablaré de que lo viví. El primer tiempo lo pase sentada justo debajo de los Bukaneros, es decir, detrás de la portería defendida por Cobeño (para ver mejor los goles del Alcorcón). Durante más de una hora, es decir, desde que entre, no pararon de animar, cantar, saltar y demás historias que hacen los hinchas. Pancartas en contra de Rumasa y de Teresa Rivero y gritos de "Teresa vete ya". En el minuto 16, al unísono todo el estadio gritó: "Rayo sí, Rumasa no" con una tremenda pañolada. Fue un minuto, pero nadie miró lo que pasaba en el terreno de juego. Dos minutos después toda la grada en pie aplaudía el fondo donde estaban los hinchas del Alcorcón. "La única familia en Vallecas es la rayista" se leía en una pancarta que los alfareros había sacado. A partir de ese momento todo volvió a la normalidad y los rayistas siguieron llevando a los franjirrojos en volandas.
Pañolada durante la primera mitad, aunque no se ve todo lo bien que quería

En la segunda mitad cambié de portería (para ver los goles del Alcorcón mejor). Entonces, de frente veía el fondo de los Bukaneros. Nada más comenzar, los Bukaneros sacaron una pancarta que decía: "Ángel de Miguel es un orgullo" en recuerdo al delegado del filial que tuvo que dejar el club la pasada semana porque ya no podía seguir sin cobrar. Llegó el minuto 60 y de nuevo toda la grada comenzó la pañolada a gritos de "Rayo sí, Rumasa no". Otro minuto. A partir de ahí todos sufrieron. El Alcorcón tenía ocasiones para el empate, el Rayo a la contra daba miedo. Pero en las gradas seguían animando. Los Bukaneros hacían de director de orquesta mientras el estadio entero seguía el compás que les marcaban. Nunca vi una afición tan bien organizada. Cada uno tenía su momento de cantar y lo llevaban a rajatabla.

Anquela en rueda de prensa dijo: "Estaría orgulloso de ser futbolista del Rayo por esta afición". Y es verdad.

1 comentario:

  1. Lo que te faltaba Canija. Afincada en Karabanchel y con corazón vallekano, jejejejejej. Muy buena la crónica

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