miércoles, 11 de mayo de 2011

Rubén Sanz, sangre amarilla



"Rubén Sanz es la sangre que bombea el corazón del Alcorcón", con estas palabras se lamentaba Juan Antonio Anquela, técnico del Alcorcón, de la lesión de Rubén Sanz que le dejaba fuera del equipo lo que resta de temporada. Esto sucedió el 6 de Febrero de este año. Hasta entonces, el medio centro amarillo había sido el sustento del equipo en su debut en Segunda División.

Este contratiempo no le resta importancia a un jugador que lo es todo en el club alfarero. Llegó hace 7 temporadas procendente del Langreo. Se crió en las categorías inferiores del Valladolid, ciudad donde nació y creció. Licenciado en Magisterio de Educación Física y recientemente padre, Rubén Sanz (30-4-80) pasa por uno de los peores momentos de su vida. En Ponferrada, en un lance del juego, se rompió el ligamento cruzado y dijo adiós a la que estaba siendo la temporada de su vida en su debut en Segunda.

El vallisoletano está viviendo la época dorada del Alcorcón. Artífice del famoso Alcorconazo y del ascenso del equipo a Segunda el año pasado, el capitán alcorconero no sólo ha pasado buenos momentos con este equipo. Salvó a los amarillos del descenso directo hace ya cuatro temporadas con un gol de falta y al año siguiente vivió la decepción de caer en el último partido para el ascenso a Segunda. La temporada pasada, sin embargo, fue el líder un equipo que hizo historia.

"Rubén Sanz es Dios, omnipresente, está en todos lados", es la defición que hace Víctor Guillén, compañero de la Cadena SER y seguidor del equipo amarillo, del capitán. Y esa es su mejor virtud. No tiene una gran técnica ni un gran tiro, pero está siempre en todos lados. Su casta y su lucha son lo que mejor definen. Hasta su lesión el medio era el jugador más utilizado por Anquela con 1856 en 27 partidos, es decir, un 76% de los minutos, siendo en 18 de ellos titular y dos saliendo desde el banquillo. Esta campaña ha logrado 3 tantos en Liga y ninguno en Copa del Rey. Un hombre clave en los esquemas de Anquela y titular indiscuble hasta su lesión. Además, cumplió uno de sus sueños esta temporada: jugar en San Mamés. Lo hizo como capitán en la despedida del Alcorcón de la Copa del Rey.
Su carisma es indudable. De hecho, la peña El Foro instauró hace cinco temporada el trofeo Rubén Sanz al mejor jugador amarillo de la temporada. Un detalle más que explica qué es Rubén Sanz para el Alcorcón. El alma de este club.

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