Babin y Nieto culminan una remontada sin fútbol

El Alcorcón logró una nueva victoria, esta vez con remontada incluída, para seguir en la zona alta de la tabla y mantener invicto un Santo Domingo que ante el Lugo apretó cuando más lo necesitaban los alfareros. El tanto de Rubén Durán a la contra hizo de despertador para los amarillos, que hasta entonces no habían inquietado a Yoel. Sin embargo, lo que decantó la balance fue la estrategia. Así, primero Babin y después Dani Nieto neutralizaron el gol lucense y dieron los tres puntos a los alcorconeros.

Bordalás no sorprendió en el once e hizo lo que la lógica indicaba. Calahorro ocupó el puesto de Laguardia, Abraham el de Mora y Quini fue el '9'. Sin sorpresas en las alineaciones, pero sí en el equipo. La sensación de salir a comerse al rival no se vio. Al revés. Ni Lugo ni Alcorcón metieron intensidad al partido en una primera parte en la que predominó el pelotazo. Sin fútbol, sin ocasiones y sin emoción. Así fueron los primeros 45 minutos. Soporíferos. Quizá fue el frío, que contagió a los jugadores, o el molesto viento, pero el juego brilló por su ausencia. Sólo destacable la gran ocasión de Pablo Álvarez a los cinco minutos del inicio. El extremo se quedó sólo delante de Manu, pero el meta logró desviar el tiro y evitar el gol lucense. Los tímidos acercamientos amarillos se saldaron con tiros desde a frontal de Miguélez, Sales y Abraham, que no inquietaron a Yoel en ningún momento. Así terminó el primer acto. Con empate a nada en el marcador y en el campo.

Foto: La Voz de Galicia

Tras la reanudación, el juego no es que mejorara, pero al menos sí hubo emoción. Sales, el más activo y el mejor del partido sin ninguna duda, era el que más peligro llevaba por los amarillos. Un tiro suyo nada más empezar la segunda mitad obligó a Yoel a emplearse a fondo. Poco después, mismo protagonista. El sevillano aprovechó una buena jugada de Juli para volver a probar desde la frontal. Esta vez fue el palo el que impidió el tanto alfarero. Y, tras los dos avisos amarillos, llegó el turno de los lucenses. Aunque ellos no perdonaron. Tonetto pilló muy bien la espalda de Nagore y se internó por la izquierda en una gran contra de los rojiblancos. El argentino, tapado por Babin, dio un centro raso al punto de penalti, donde Rubén Durán totalmente sólo alojó el balón en la portería de Manu. ¿Qué pasó? Pues primero, la jugada pilla muy desprevenida a la defensa amarilla. Cogen la espalda a Nagore, lo que obliga a Babin a salir al lateral. En el centro Ángel llega, tarde, y Calahorro ni aparece. De hecho, Óscar Díaz buscó la espalda de Nagore, porque ahí (y Quique Setién lo dijo en conferencia de prensa) es donde muchas veces está el hueco. Nagore tiene más proyección ofensiva y todo lo que aporta en ataque (que es mucho) a veces pasa factura en defensa (como ejemplo sería en el Madrid Marcelo, al que se le busca la espalda porque es el que más sube). Por esto, la banda derecha es la que más juego ofensivo produce.

El gol despertó a los amarillos y a Santo Domingo, hasta entonces frío como el día. Bordalás sacó entonces a Dani Nieto por Rubén Sanz, dejando a Abraham con toda la medular (Oriol Riera había salido dos minutos antes del gol). Y el Alcorcón, con empuje y fuerza más que con juego, empezó a tener ocasiones. Cada vez con más peligro. Sales hizo diabluras por su banda y Oriol estaba más cerca del gol. Pero tan espeso estaban los amarillos que tuvo que ser a balón parado como llegasen ambos tantos. Primer córner que Juli casi lo convierte en gol olímpico. Y al segundo, Abraham centró al corazón del área, donde Babin entró con más convicción que nadie para poner la igualada. Con las tablas, los amarillos no se conformaron y buscaron el segundo con un Santo Domingo caldeado y apoyando como no había hecho en toda la primera parte. Claro que en esas, Calahorro cometió un error que pudo costar el partido al perder en la frontal un balón fácil ante Durán. Sin embargo, esta vez el lucense mandó el tiro al palo. Y cuando el partido agonizaba, Dani Nieto convirtió en gol una falta bombeada al área. Ni la defensa, ni los delanteros, ni Yoel lograron tocar el balón, que se coló en la portería mansamente. 2-1.

Remontada en la portería de los grandes partidos. Victoria de casta, de fe, de fuerza. No se vio fútbol ni buen juego, pero se vio un equipo que no bajó los brazos. No nos engañemos. No se jugó a nada. Pero estos partidos son los que hay que ganar para estar arriba. Los partidos que se atragantan. El Alcorcón supo sufrir y tuvo su recompensa. Tres puntos que valen para seguir en el grupo de arriba.