domingo, 2 de septiembre de 2012

Oriol Riera da la primera victoria


Cuatro puntos en tres jornadas. Exactamente como el Alcorcón empezó sus primeras dos temporadas en la categoría de plata. Sin embargo, yo esperaba estar ahora con siete o nueve puntos, porque creo que el nivel de esta plantilla debe estar por encima de Guadalajara y Ponferradina. Si bien es verdad que hoy salí de Santo Domingo con otra sensación, muy diferente de la que me llevé cuando se empató ante el Guadalajara.

Hoy el once me ha parecido muy lógico y así se han podido ver buenos momentos del equipo sobre el campo. Con un mediapunto puro (Miguélez) y un extremo de verdad (Kike López), el Alcorcón ha conseguido mantener algo más el balón, ha presionado muy bien arriba y ha estado seguro detrás. Aunque al inicio la cosa pintaba muy diferente. Los dos primeros balones largos de los alicantinos han cogido muy bien la espalda a la defensa. Pero Manu supo desvaratarlas con salidas hasta más allá de la frontal. En el minuto 8, cambió el partido. Calahorro se lesionó (problemas en los lumbares) y tuvo que salir Abraham, volviendo a tener que colocar al capitán en el centro de la zaga. Con Rubén acompañando a Babin, el francés me empezó a gustar más y ya no hubo más balones a la espalda. Babin y Calahorro me parecen dos centrales demasiado similares para ponerlos juntos. Con el capitán, Babin volvió a sentirse más cómodo y se hizo el dueño de la zaga. Esto también obligó a la salida de Abraham en la medular. Creo que Abraham-Mora es una pareja más técnica y con más posesión de balón.

Poco tardó el Alcorcón en adelantarse en el marcador. Cuando se acercaba el cuarto de hora de partido una buena jugada de equipo acabó con un centro de Ángel desde la línea de fondo. Sales entró a por todas y entre Cabrera y Falcón se estrobaron para dejarle el esférico franco a Oriol Riera. El catalán no falló y logró el primer tanto de la temporada en su cuenta particular. Este gol desequilibró el partido y dejó tocado al Hércules. Los alicantinos no estaban cómodos sobre el campo, todo lo contrario que los alfareros, que intentaban mover el balón y mantener la posesión. Salvo algún intento individual de Fran Mérida, Manu no tuvo peligro.

Tras el descanso, el Hércules salió muy bien, aunque esta vez a los amarillos les salvó lo que siempre les condena: la puntería. Braulio no cazaba una, y cuando lo hacía se iba lejos de los tres palos. Adrián Sardinero, Fran Mérida y Gilvan practicamente desaparecieron. Mandiá, a la desesperada, sacó a Portillo (delantero) por Escassi (mediocentro) lo que provocó que los amarillos fueran aún más peligrosos, aunque no letales. Los alicantinos no terminaban de inquietar y cada balón robado era un contra alfarera. Empezaron a combinar rápido, a buscar el pase al primer toque. El Alcorcón se gustaba y la gente disfrutaba. En dos minutos los amarillos se encontraron tres veces con los palos: primero Cabrera casi le marca a su propio portero al intentar despejar un centro de Sales. Inmediatamente después, una falta en la frontal la envió Mora al larguero y, en el rechace, fue Sales el que se estrelló con la madera. Kike López también pudo dar tranquilidad en la siguiente contra, pero Falcón sí estuvo acercado en esta ocasión. Otro contragolpe perfecto en el que Oriol inició la jugada en la medular para Sales y este le mandó el centro al delantero catalán que remató fuera por poco. El punta tuvo otra desde la frontal, que también se marchó por poco. Y cuando el partido agonizaba, Nagore no pudo marcar cuando estaba sólo en el área.



Para mi creo que el equipo cuajó un buen partido. Sabiendo a qué quiere jugar y cómo quiere jugar. Estuvo rápido en la salida y seguro detrás. Y aún no se ha podido contar con los cuatro nuevos fichajes. Me gustó, sí, pero enfrente hay que decir que estaba el Hércules. Un equipo que en tres partidos ha usado cuatro sistemas diferentes. Ante el Elche Diego Rivas fue el eje del equipo y ayer ni jugó. Fran Mérida no termina de encontrarse, Braulio no ve puerta, Sardinero no está en su mejor momento y la defensa es un flan. El centro del campo alicantino no aportó casi nada y nunca pudieron hacerse con el mando del encuentro. No quiero con esto quitarle méritos a la victoria alfarera, pero hay que seguir mejorando. Y, sobretodo, empezar a ser letal...

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