sábado, 29 de septiembre de 2012

Sales muestra la luz un partido gris

Día gris, de frío y lluvía en Alcorcón. Y esto debió contagiar tanto a los amarillos como al Huesca. En un encuentro sin demasiado ritmo, lento y muy gris, la cabeza de Sales y la mano de Manu dio tres valiosos puntos que mantienen al Alcorcón en la zona noble de la tabla.

Las novedades en la alineación ya son escasas. A pesar de la entrada de Miguélez el otro día en Gijón, me da la sensación que eso se debió más a un giño del técnico al asturiano que soñaba con poder jugar en el Molinón. Ante el Huesca, sacó el once tipo. En el banquillo, volvió Quini y Fernando Morán (este tras mucho tiempo) y se cayeron nombres como Sergio Prendes o Sergi Enrich, que estuvieron en Gijón. Los defensas, Arroyo y Calahorro, parece que van a ser muy poco habituales en la convocatoria salvo en caso de lesión o sanción.

A pesar de que en los primeros instantes parecía que el Alcorcón iba a asediar a Luis García, fue un espejimo. A penas duró diez minutos el empuje inicial con un córner en el segundo minuto y un tiro de Kike López que se chocó con un zaguero. A partir de ahí, el Huesca supo dormir el partido, parar el juego y tocar en su campo. Sin peligro por parte de ningún equipo y sin control en la medular, el Alcorcón abusó de los pases largos tanto de Laguardia como de Babin que no llevaban a ningún lado. Juli, muy activo y siempre ofreciéndose, bajó en demasía a por el balón, hasta la línea de centrales y ahí, no tenía con quien asociarse. Mora y Rubén Sanz no estaban cómodos y no encontraban su sitio. Faltaba tensión, intensidad y concentración. Prueba de ello alguna jugada aislada, como un pase de Mora demasiado flojo para Babin, que tampoco se arrancó a por el balón y Tariq, el más listo, se hizo con el balón para encarar al central francés. Al final, Laguardia cortó el peligro.

En esta primera mitad hubo ocasiones amarillas. Siempre por algún destello de Juli, por la velocidad de Sales y Kike López o algún balón luchado por Oriol en punta. Este equipo, a la contra, es muy peligroso. Entre ellas, el salmantino tuvo una buena en un pase al hueco de Juli y él mismo puso un gran balón a Sales que no llegó por poco. Había alguna llegada, pero nada de pegada.

Tras la reanudación no cambió demasiado el panorama. Juego gris de ambos, lento y sin demasiado peligro. Salió Miguélez, en el 57', y algo cambió. Se empezó a ver luz. El astuariano asociandose con Juli, Mora y Sales es muy peligroso. Su entendimiento con Juli es grande y, juntos, creo que pueden crear mucho fútbol. El mago salió y el Alcorcón dio un pasito para adelante. Avisaron los alfareros, primero por medio de Juli y después con una buena internada de Nagore que, tras varios rechaces, terminó con un buen tiro de Miguélez que se fue fuera. En el 66', Mora se internó en por la derecha y mandó un gran centro. Sales, el más pequeño de todos, logró rematar a gol totalmente sólo. Segundo tanto del sevillano ya que el árbitro le dio a él el tanto en el Molinón.

Pareció que el gol le dio alas a los amarillos. Y al público. Con todo a favor y llegando cada vez más, Sales tuvo en sus botas la sentencia hasta en dos ocasiones, pero esta vez no pudo batir a Luis García. Dos detalles: la vaselina de Juli desde el centro del campo que se fue fuera por poco y una gran internada de Ángel que Sales remató fuera. Pero, el Huesca aún no se había rendido. Se repuso del golpe justo a tiempo y, tras la expulsión de Mora en el descuento, tuvo su gran ocasión. Borja remató de cabeza ajustado a la cepa del poste que, de no se por la mano salvadora de Manu, hubiera significado el empate.

Apartado aparte para Sureda Cuenca. Yo soy de la teoría de que los árbitros son malos, todos. No van en contra de nadie, es que son así de malos. Sin embargo, la actuación del colegiado en el partido ante el Huesca me pareció lamentable. En un choque sin jugadas polémicas, penaltis o agresiones, el trencilla pito demasiadas faltas, la mayoría en contra de los amarillos. Además, expulsión absurda a Sergio Mora por dos amarillas, las dos en el descuento... pero gran reacción de Santo Domingo que, tras recibir Mora la roja, le despidió con la famosa canción de Benito: "No tenemos a Casillas ni a Sergio Ramos ni a Benzemá, tenemos a Sergio Mora lanzando faltas a la escuadra y a ganar...". Gran detalle de la afición.

Del partido en Santo Domingo me quedo, si duda, con el trabajo y la capacidad de sufrimiento. El partido fue gris, como el día, pero siempre hay destellos. La cabeza de Sales mostró la luz, la mano de Manu la encendió. Ya van 13 puntos y en el grupo de cabeza.

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