domingo, 30 de septiembre de 2012

La nueva cara del Alcorcón, por David Ramiro


La llegada de José Bordalás al Alcorcón esta temporada se produjo bajo la incógnita de saber cómo reaccionaría el equipo tras cuatro años y medio con Juan Antonio Anquela, en los que el equipo tocó el cielo con el ascenso a Segunda y la disputa de la promoción por un puesto en la máxima categoría. La salida de jugadores carismáticos en el vestuario y determinantes sobre el terreno de juego como Manu Herrera, Agus, Borja Pérez o Paco Montañés, unido a un inicio poco prometedor, con un empate frente al Guadalajara en casa y una derrota a domicilio ante la Ponferradina, sembró de dudas el inicio del nuevo proyecto.

Sin embargo, desde la tercera jornada, y con la plantilla ya completa tras la llegada de cuatro refuerzos horas antes del cierre del mercado de fichajes, se está viendo un Alcorcón distinto, con más garra sobre el campo, con una solidez defensiva notoria y con un oficio que quizá en algunas fases de las dos temporadas anteriores se echó en falta, sobre todo de la primera.

La llegada de jugadores jóvenes como Víctor Laguardia, Kike López, Manu Fernández o Dani Nieto ha rejuvenecido una plantilla que también ha tenido que echar mano de veteranos como Juli o el histórico Fernando Morán, necesarios para un vestuario por su experiencia. Precisamente, en ese aspecto parece que ha mejorado el Alcorcón, que para esta temporada cuenta con un nutrido grupo de jugadores que, previsiblemente, no serán titulares habituales, pero que a lo largo de la temporada jugarán un papel vital para el buen devenir del equipo. Todo lo contrario que la pasada campaña, que se notaba que había once o doce jugadores muy titulares, tres suplentes que casi siempre jugaban, y el resto que apenas contaba.  

Buena parte de que el nuevo Alcorcón siga cosechando éxitos tendrá que ver con el papel que jueguen futbolistas como Sergio Mora, Fernando Sales o Rubén Sanz, tres hombres imprescindibles en el esquema de Anquela desde el primer año en Segunda, y que deben tomar la vitola de máximos exponentes alfareros para ejercer su liderazgo tanto dentro como fuera del campo. Esta debe ser,  además, la temporada en que Oriol Riera se reivindique definitivamente como goleador de un equipo de Segunda, y supla el papel que Quini ha realizado en las dos últimas campañas, en las que marcó 35 goles en total.

El cambio de cara de este Alcorcón es un hecho, por metodología y por nuevos planteamientos tácticos. El transcurso del campeonato y el paso de las jornadas servirán para ver definitivamente el nivel del equipo amarillo, que no debe echar la vista atrás y tomar como referencia la excelencia de la pasada temporada.
Jugar la promoción fue un sueño, un merecido premio, pero marcarse como meta prioritaria repetir puede ser un error, ya que precisamente el gran logro de Anquela fue hacer ver a sus jugadores que lo importante es ganar desde la humildad, pensar en ir partido a partido y disfrutar sobre el campo. 

Escrito por David Ramiro, redactor del Alcorcón para la Agencia EFE.

1 comentario:

  1. Buenas sensaciones con Bordalás tras las 2 primeras jornadas que no ilusionaron mucho.

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