Se cumplen tres años de un partido que cambió nuestras vidas. Un encuentro que fue el pistoletazo de salida de la temporada más importante en la historia del
Alcorcón. Un choque que puso en el mapa futbolístico mundial a un modesto equipo del suroeste de
Madrid. Una eliminatoria copera que dio la vuelta al mundo. Un día que, los cerca de 7.000 espectadores que nos dimos cita en
Santo Domingo, nunca olvidaremos.
Aquella noche, el todopoderoso
Real Madrid visitaba
Santo Domingo en partido de ida de los dieciseisavos de final de la
Copa del Rey. El club más laureado de este planeta contra un débil conjunto que luchaba por ascender a
Segunda División y veía el partido como un premio.
Goliat contra
David. El ambiente fue espectacular. Una fiesta. Nunca el estadio alfarero había presentado un lleno como el de aquel encuentro. El amarillo mandaba en las gradas, como no podía ser de otra manera, y después lo hizo en el campo...
Cierro los ojos y decenas de imágenes se agolpan en mi cabeza:
Nagore ahogando a
Drenthe por su banda;
Iñigo López y
Borja Gómez merendándose primero a
Benzema y después a
Van Nistelrooy, casi nada;
Rubén Sanz y
Mora pudiendo en la medular con
Diarra y
Guti;
Borja Pérez y
Cascón volviendo locos a dos internacionales como
Albiol y
Metzelder... Un partidazo. Y fueron cayendo los goles. Primero
Borja, lo que extasió a los presentes. Después
Arbeloa en propia meta y, antes del descanso,
Ernesto hacía pellizcarse a los más optimistas. No era un sueño. Era real.
Así, con 3-0, se llegó al final de la primera mitad. Un desconsolado y enrabietado
Guti mostraba su frustración cerca del túnel de vestuarios. No era para menos. El baño fue considerable. Y tras el descanso
Borja puso el 4-0 definitivo ante el orgasmo colectivo que vivía la afición alfarera. ¡4-0 al
Madrid! Nadie se lo creía. Terminó el partido y el público invadió el césped. Lo recuerdo como si fuera ayer. Yo, corrí entre la gente para intentar coger a algún protagonista cuando vi a
Anquela en un segundo plano. Me acerqué a él y le di la enhorabuena. El míster, humilde como siempre, me dio un abrazo y me dijo: "La que hemos liado". Y tanto,
ENTRENADOR.
Lo que pasó esa noche cambió, como decía, la historia del club. El 1-0 posterior en el
Bernabéu ratificó el pase a octavos del equipo amarillo. Después nos eliminó el
Racing, pero la gesta estaba hecha. Y nos dio la moral, confianza y atrevimiento suficiente para conseguir el tan ansiado ascenso a
Segunda. De aquel equipo de hace tres años solamente quedan
Rubén Sanz,
Nagore y
Sergio Mora. Héroes de un partido y de una manera de entender el fútbol. Desde la humildad, el sacrificio y el trabajo pudieron con el
Goliat más grande que te puedes encontrar en un campo de fútbol. Y de ese milagro se pasó a la consecución de un sueño que ahora disfrutamos. Todo empezó aquella noche del 27 de octubre de 2009. Hoy, 27 de octubre de 2012, todavía me emociono cuando recuerdo aquel partido que lo cambió todo...
Ficha:
Alcorcón: Juanma, Nagore, Iñigo López, Borja Gómez, Anuarbe, Rubén Sanz, Mora; Ernesto (Jeremy, 65'), Borja (Bravo, 82'), Fernando Bejar (Carmelo, 75'); y Cascón.
Real Madrid: Dudek; Arbeloa, Albiol, Metzelder, Drenthe; Diarra, Granero (Marcelo, 63'); Van der Vaart, Guti (Gago, 46'), Raúl (Van Nistelrooy, 72'); y Benzema.
Goles: 1-0 Borja (16'), 2-0 Arbeloa (pp) (22'), 3-0 Ernesto (40') y 4-0 Borja (52').
Incidencias: Dieciseisavos de final de Copa del Rey (ida). Santo Domingo. Cerca de 7.000 espectadores.
O
s dejo un resumen del partido con los goles:
http://www.youtube.com/watch?v=V63QMMMURjc&feature=fvwrel