Aquella noche, el todopoderoso Real Madrid visitaba Santo Domingo en partido de ida de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey. El club más laureado de este planeta contra un débil conjunto que luchaba por ascender a Segunda División y veía el partido como un premio. Goliat contra David. El ambiente fue espectacular. Una fiesta. Nunca el estadio alfarero había presentado un lleno como el de aquel encuentro. El amarillo mandaba en las gradas, como no podía ser de otra manera, y después lo hizo en el campo...
Cierro los ojos y decenas de imágenes se agolpan en mi cabeza: Nagore ahogando a Drenthe por su banda; Iñigo López y Borja Gómez merendándose primero a Benzema y después a Van Nistelrooy, casi nada; Rubén Sanz y Mora pudiendo en la medular con Diarra y Guti; Borja Pérez y Cascón volviendo locos a dos internacionales como Albiol y Metzelder... Un partidazo. Y fueron cayendo los goles. Primero Borja, lo que extasió a los presentes. Después Arbeloa en propia meta y, antes del descanso, Ernesto hacía pellizcarse a los más optimistas. No era un sueño. Era real.
Así, con 3-0, se llegó al final de la primera mitad. Un desconsolado y enrabietado Guti mostraba su frustración cerca del túnel de vestuarios. No era para menos. El baño fue considerable. Y tras el descanso Borja puso el 4-0 definitivo ante el orgasmo colectivo que vivía la afición alfarera. ¡4-0 al Madrid! Nadie se lo creía. Terminó el partido y el público invadió el césped. Lo recuerdo como si fuera ayer. Yo, corrí entre la gente para intentar coger a algún protagonista cuando vi a Anquela en un segundo plano. Me acerqué a él y le di la enhorabuena. El míster, humilde como siempre, me dio un abrazo y me dijo: "La que hemos liado". Y tanto, ENTRENADOR.
Lo que pasó esa noche cambió, como decía, la historia del club. El 1-0 posterior en el Bernabéu ratificó el pase a octavos del equipo amarillo. Después nos eliminó el Racing, pero la gesta estaba hecha. Y nos dio la moral, confianza y atrevimiento suficiente para conseguir el tan ansiado ascenso a Segunda. De aquel equipo de hace tres años solamente quedan Rubén Sanz, Nagore y Sergio Mora. Héroes de un partido y de una manera de entender el fútbol. Desde la humildad, el sacrificio y el trabajo pudieron con el Goliat más grande que te puedes encontrar en un campo de fútbol. Y de ese milagro se pasó a la consecución de un sueño que ahora disfrutamos. Todo empezó aquella noche del 27 de octubre de 2009. Hoy, 27 de octubre de 2012, todavía me emociono cuando recuerdo aquel partido que lo cambió todo...
Ficha:
Alcorcón: Juanma, Nagore, Iñigo López, Borja Gómez, Anuarbe, Rubén Sanz, Mora; Ernesto (Jeremy, 65'), Borja (Bravo, 82'), Fernando Bejar (Carmelo, 75'); y Cascón.
Real Madrid: Dudek; Arbeloa, Albiol, Metzelder, Drenthe; Diarra, Granero (Marcelo, 63'); Van der Vaart, Guti (Gago, 46'), Raúl (Van Nistelrooy, 72'); y Benzema.
Goles: 1-0 Borja (16'), 2-0 Arbeloa (pp) (22'), 3-0 Ernesto (40') y 4-0 Borja (52').
Incidencias: Dieciseisavos de final de Copa del Rey (ida). Santo Domingo. Cerca de 7.000 espectadores.
Os dejo un resumen del partido con los goles: http://www.youtube.com/watch?v=V63QMMMURjc&feature=fvwrel
Aimara grande
ResponderEliminarbuen ekipo y buenos chicos
ojala volvamso a vivir otra experiencia así,
Un bste tesoro
aimaraaaaa que no escribes nada
ResponderEliminarvamos!!!!!!
tus fans te reclaman
zipizape
jajajaja!! que gran día pasamos :) siento no escribir todo rápido que me gustaría, pero vaya día el jueves, entre Trival por la mañana, Alcorcón B por la tarde y el curro del AS (que hay que hacerlo también) no tuve tiempo ni de actualizar a buena hora :(
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