El Alcorcón regresó a los entrenamientos tras disfrutar de tres días de descanso después del encuentro contra el Huesca. Como viene siendo habitual en las rutinas de José Bordalás, el equipo se ejercitó por la mañana y volverá a entrenarse por la tarde a partir de las 18:30 horas. Ya con la mente puesta en el partido del sábado ante el Recreativo (18:00 horas, y lamentablemente otra vez sin televisión), el técnico pudo contar con toda su plantilla, a excepción de Carlos Expósito. El lateral sigue con su particular recuperación y también se le pudo ver por Santo Domingo haciendo trabajo físico, aunque todavía le queda mucho camino por delante para estar completamente recuperado.
Centrándonos en la sesión, el equipo trabajo aspectos físicos en el inicio del entrenamiento y después disputó un partidillo muy especial. Para ello, Bordalás dividió a su plantilla en dos equipos, pero mientras que uno de ellos atacaba en una portería (cosa normal, vaya), el otro, se enfrentaba con dos porterías y, evidentemente, dos porteros. En uno de los equipos, con peto naranja, el técnico valenciano alineó a Dorronsoro en portería, con Arroyo, Babin, Calahorro y Ángel en defensa; en el centro del campo puso a Abraham, Juli, Sales y Kike López, con Sergi Enrich y Oriol Riera en punta. Este equipo atacaba en dos porterías, una de ellas defendida por Manu y la otra por Pepelu. Mientras, en el conjunto sin peto, Bordalás puso una defensa compuesta por Nagore, Laguardia, Rubén Sanz y Camille; acompañados de Morán, Mora, Dani Nieto, Prendes y Miguélez, y con Quini arriba. Tras este partido tan especial, los jugadores hicieron ejercicios de estiramiento y volvieron a casa a descansar antes de la sesión vespertina.
Por otro parte, el club en su política de expansión y marketing que está llevando acabo, firmó en la mañana de hoy un nuevo convenio de patronicio con Renfe. Mañana será la presentación oficial con el presidente, Julián Villena, y una representación de los jugadores en Santo Domingo a partir de las 12:30 horas.
Por Quique Rubio y Aimara G. Gil.
Fotografía: Dani Sánchez
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