Así llega el Elche, por Monserrate Hernández

El líder respira tranquilo cuando juega en casa. El Alcorcón será el rival más duro y complicado de cuantos ha tenido el conjunto ilicitano desde que comenzó la temporada en el estadio Martínez Valero, donde cuenta todos sus encuentros por victorias. Esa es la impresión del equipo dirigido por Fran Escribá, imparable como local. Fuera, el equipo ha cedido dos derrotas y un empate en sus tres últimas salidas (Murcia, Lugo y Jerez). La situación continúa siendo buena pero el duelo de esta jornada servirá para calibrar la capacidad de reacción del primer clasificado aprovechando el regreso a su fortín.

El Elche ha destacado esta temporada en todas sus líneas. Ha conseguido cumplir con la máxima de Escribá: “Los buenos equipos son aquellos que tienen equilibrio entre defensa y ataque”. Un mensaje que ha grabado a fuego en su vestuario. Manu Herrera es el portero menos goleado de la categoría, con sólo ocho goles encajados, y el ataque es uno de los más efectivos, con 22 tantos a su favor. Esta estadística sólo se ha visto oscurecida en los últimos cuatro partidos, en los que el equipo franjiverde sólo ha marcado un gol. Y a balón parado, gracias a una falta magistralmente lanzada por el lateral izquierdo Edu Albacar, que es el máximo goleador del equipo con cinco goles (tres de penalti y dos de falta).

El denominador común del juego del Elche ha pasado por la solidez de su entramado defensivo y la velocidad endiablada de la línea que forman sus mediapuntas, que en este primer tercio de Liga se han dado a conocer como ‘Los Cuatro Fantásticos’. Esos cuatro jugadores son Xumetra (ahora lesionado), Carles Gil, Fidel y Corominas. Escribá asegura que el líder tiene “más registros” que no sólo defender, aunque es incuestionable que con esta filosofía es con la que mejores resultados ha obtenido. De hecho, la peor racha de la temporada que arrastra el Elche (cuatro puntos sumados de doce disputados) ha coincidido con la lesión de Xumetra y los cambios obligados por esa ausencia.

El veterano Alberto Rivera es el eje central del juego del Elche. A sus 34 años, este mediocentro formado en las categorías inferiores del Real Madrid y que debutó a la par que Raúl, coincidiendo en el club del Bernabeu con los Galácticos (Zidane, Roberto Carlos, Ronaldo…), dirige todas las operaciones en la zona ancha del campo. Mantecón, natural de Alcorcón, o el capitán Generelo han alternado a su lado, aunque el puesto de Riverita es incuestionable. Pelayo Novo, otro pivote, ha encontrado minutos en la mediapunta ante la falta oportunidad en su posición natural.

El único lunar que se le encuentra a la plantilla del líder está en su delantera. El holandés Berry Powel aún no ha estrenado su cuenta realizadora ni ha sido capaz de recuperar su mejor versión de juego. Dos operaciones, casi consecutivas, en los dos cuádriceps le han condicionado. Bordalás ya le quiso para el Elche cuando dirigía al equipo. El ‘nueve’ del Elche, Miguel Linares, parece que reaparecerá el domingo ante el Alcorcón, después de ocho meses lesionado. En su caso, tras dos operaciones de ligamentos en su maltrecha rodilla derecha. Y el tercero en discordia es el canterano Jaime Jornet, que aprovechó las lesiones de sus compañeros de posición para hacerse con una ficha del primer equipo. Apenas ha jugado y tampoco ha marcado.

Para este encuentro, Gregory Beranger, Jordi Xumetra y Héctor Verdés, al que Bordalás tanteó para completar el centro de su defensa (luego llegó Laguardia al que también quiso el Elche), causarán baja ante el Alcorcón.

Escrito por Monserrate Hernádez (@MonserrateHdez), responsable de Deportes en Onda Cero Elche y redactor del Diario AS.