Los goles fuera, el talón de Aquiles del Alcorcón

El Alcorcón volvió a caer lejos de Santo Domingo. Otra vez. Caer fuera de casa se está convirtiendo en algo habitual, pero ¿por qué?. Eso me pregunto yo. Evidentemente, no podemos ver los partidos lejos de Santo Domingo y así analizar las diferencias entre el Alcorcón de casa y el de fuera. Así que he decidido comparar los números para arrojar algo de luz sobre el enigma.

Recapitulemos: en casa los alfareros han encajado dos goles. Fuera, once. Cierto que ante el Racing faltaba Ángel, pero el primer gol llegó a balón parado y el segundo en una contra. En cuanto a la capacidad goleadora, en Santo Domingo los amarillos han marcado diez tantos y fuera ocho. Ahí no hay tanta diferencia. A domicilio los amarillos han ganado dos partidos: en Las Palmas y Soria, campos a priori muy difíciles. Pero han perdido cuatro: en Ponferrada, Gijón, Huelva y Santander. Tres de estos cuatro equipos están del puesto décimo para abajo (excepto el Recreativo, que ahora mismo es séptimo). Es decir, que a pesar del nombre, era el momento de ganar a equipos como el Sporting o el Racing. Si estos dos conjuntos visitan Santo Domingo en el momento en el que están ahora, no dudo de que se irían con derrota. Pero el Alcorcón fuera de casa es otro.

Lo que más me inquieta es los goles encajados. En casa sólo se recibió ante el Guadalajara en la primera jornada y con un once de circunstancias, y ante el Córdoba, un equipo llamado a estar en la zona alta de la tabla. Así que me voy a centrar en este problema que, a mi parecer, es lo más preocupante. Si no encajas goles, ganar es mucho más fácil, o al menos sumar. En los seis partidos disputados lejos de Santo Domingo sólo en uno el equipo se ha vuelto sin recibir ningún tanto (Soria). En casa esto ha sucedido en cuatro partidos (Hércules, Huesca, Mirandés y Murcia).

He analizado todos los goles recibidos lejos de casa. De los once encajados, tres vienen de córner y tres tras saque desde la portería rival. En el primer caso los fallos en las marcas y la falta de concentración en los diferentes remates (en Ponferrada hay más de un rechace antes del gol, igual que en Gijón) son los pecados de los amarillos. En el segundo caso, con un balón largo sacado desde el propio portero son capaces de plantarse delante de Manu tras alguna prolongación (esto pasó en el segundo tanto en Ponferrada, el de la victoria del Sporting y el primero en Huelva). Quizá la adelantada defensa de los alfareros fuera de casa causa más problemas que los que soluciona. Sin duda, el día que peor estuvieron fue en El Colombino. En el segundo tanto la pasividad de la defensa deja a Chuli llegar hasta Manu, y en el tercero le pillan muy bien la espalda a Babin. El cuarto es más una genialidad en una contra con el equipo volcado que un error propio de la zaga.

Entonces me pregunté si estos errores se debían a los cambios en la defensa. No. Desde la cuarta jornada, Babin y Laguardia han repetido en todos los partidos. Sólo en Ponferrada se puede achacar los goles al mal entendimiento que pudiera haber entre Calahorro y Babin, titulares aquel día, pero me parece más una excusa. Entonces pensé: igual el mito de que Santo Domingo es más pequeño es verdad y el equipo fuera sufre mucho. Mentira. El estadio alfarero mide 105x68, igual que el Gran Canarias, el Molinón, El Colombino y el Sardinero. Sólo El Toralín y Los Pajaritos son algo más ancho (105x70).

Entonces, ¿por qué tantos goles encajados? ¿por qué las derrotas? La confianza y seguridad de Santo Domingo es lo que falta fuera. En Soria se tuvo. En Canarias también...